No seré un vendedor con vicios ocultos, así que a parte de las cosas buenas, también les voy a contar sobre mis malas experiencias, y lo que les voy a contar ahora para nada fue una buena experiencia, por lo que espero que después de reírse, vean también el lado importante del asunto.
El 2 de marzo fue mi primer viaje al trabajo en bici…estaba lleno de energía y entusiasmo, estaba completamente motivado….y que paso?
Mi primera salida y mi primera caída!
Luego de haber practicado mi ruta al trabajo dos Sábados a plena luz del día, yo pensaba que ya la conocía de memoria, así que ese primer lunes salí temprano de mi casa, aun de noche (primer elemento diferente a mis practicas) con mi mochila de ropa y otra pequeña mochila con mi comida (si, no una, dos sobre mí, segundo elemento diferente), mi reproductor de mp3 (tercer elemento diferente) y para rematar como «yo ya me conocía mi ruta» no me puse mis lentes porque me fastidiaban con el casco! (cuarto elemento diferente y, si, un poco tonto)
Cuatro elementos nuevos en lo que yo pensaba me sabia de memoria, ¿que chances tenia de tener un accidente?… ninguno! Ja ja
Durante todo el recorrido la mochila pequeña, la de la comida, se movía y se metía entre mis rodillas, por lo que tenía que regresarla constantemente a mi espalda.
Bajando de mi casa tuve el primer conato de caída…. me distraje cuando se me zafó uno de mis audífonos, quite la vista del camino para colocarlo en su sitio y zas! un tope!… termine con el manubrio en el estomago, pero no me caí!!… simplemente me dije, «tengo que mirar para adelante».
Casi en seguida… la caída….
Como les comente ya, en esa época vivía al sur de la ciudad y para ir a mi trabajo, tenía que pasar la Av. Lázaro Cárdenas, lo que implicaba pasar su calzada.
Siempre trataba de entrar por la parte engramada, bordeando un escalón de unos 15 cm justo al entrar a la parte asfaltada…pero que creen?… este día se me olvido el escalón!.
Solo recuerdo que la bici se «atascó», seguido de un golpe en el pecho y mi asombro de encontrarme en la grama. Fueron segundos, en ningún momento sentí que había perdido el control, simplemente pum! directo al piso.
Me pare lo más rápido que pude, por supuesto a revisar la bici, la bomba de aire salió volando, el soporte se había roto. El resto de la bici estaba bien…un poco de alivio. Recogí la bomba y me monte en mi bici, como si no hubiese pasado nada… la verdad es que para lo que pudo pasarme si aterrizaba en el cemento, no me paso mucho.
Todavía rodé unos metros antes de ponerme los lentes, reconozco que esta fue la jugada menos inteligente de mi parte.
Al llegar al trabajo note también que el bolso de herramientas del sillín de la bici estaba medio raro, el sujetador de este, también se había roto.
Tuve una molestia en el pecho como por dos días y la molestia de que los sujetadores de la bomba y del bolso de herramientas se habían roto producto de la caída.
Amigos, conozcan su ruta y antes de ir al trabajo practíquenla bajo las condiciones exactas en que la van a realizar!
Pd1: La bomba la pongo ahora con el bolso que uso para ir al trabajo y por suerte el fabricante del bolso del sillín me envió la pieza que se me rompió!.
Pd2: ya no uso mi reproductor de mp3.
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